En esta pagina de los últimos tiempos; pretende ser un espacio de análisis de los acontecimientos actuales relacionados con la profecía bíblica referida a los tiempos finales. Apocalipsis, como Revelación de Dios al hombre es una señal, una advertencia, y una forma de esperanza infinita ante los difíciles tiempos que corren. "Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor." Mateo 24:42 ¡Cuídate!¡Testifica de Jesús! ¡Dios te bendiga! Ap. 3:20; Jn. 3:16

lunes, 20 de diciembre de 2010

TODAVÍA ESTÁ TOCANDO

TODAVÍA ESTÁ TOCANDO





Cuando María, llevando al niño Jesús, y José llegaron a Belén, era la época más frecuentada del año en Israel.



Fue en el mes de Tishri, durante los Días Santos Solemnes de otoño, Rosh Hashaná [Tishri 1], Yom Kippur [Tishri 10] y Tabernáculos [Tishri 15].



La ley ordenaba a todos los judíos "subir" a la cercana Jerusalén durante la fiesta de Tabernáculos.



Ese año en particular había aun más presión y congestión debido al censo, ordenado por César Augusto, donde todo el mundo tenía que regresar al lugar de su nacimiento para registrarse [Lucas 2:1-5].





Como Jerusalén está unos 7 kilómetros al norte de Belén, sin duda, muchos de los viajeros cansados paraban en Belén, en rumbo a Jerusalén.



Mientras estaban en Belén, a María le llegó el momento del parto.



Llamaron a la puerta de la posada y no había lugar... por lo que fueron enviados a un kiosco [Sukka], utilizado durante la Fiesta de Tabernáculos [Sukkot], que en la tradición cristiana, por el hecho de que había algunos animales en torno, se convirtió en un "establo".



Ese fue el Niño Jesús, hace 2,000 años....



Avancemos por el laberinto del tiempo hasta NUESTRA época, y encontraremos a un Jesús que ha crecido, es todo un hombre, resucitado, glorificado, y ¿que está haciendo?



Todavía está TOCANDO, todavía está llamando a la puerta de tu corazón:



“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” [Apocalipsis 3:20].



Él TODAVIA QUIERE ENTRAR.



El NO te va A OBLIGAR a recibirlo. No lo hizo cuando era bebé, y no lo hará como hombre.



Jesús debe ser INVITADO. Él debe ser bienvenido.



¿Hay espacio en tu corazón para el Salvador?



¿Hay espacio en tu "INTERIOR " para El, o lo enviarás al establo?

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