Por Dr. David R. Reagan
Fundador y Director, Lamb & Lion Ministries
Éste es el escenario más probable que puedo prever en este momento. Hamás, la organización terrorista fundamentalista árabe financiada por Irán, tomará el control completo sobre las áreas autónomas palestinas. Hamás, desatará entonces un renovado reinado de terror contra Israel, continuando su lanzamiento de cohetes desde Gaza y Jericó para respaldar su demanda del control de Jerusalén.
Abbás orquestará la presión mundial sobre Israel a través de las Naciones Unidas y el Vaticano. A finales de este septiembre, Abbás probablemente proclamará un Estado palestino y luego exigirá que Jerusalén sea “liberada” o internacionalizada.
Dado que aun los israelíes más liberales toman la postura que Jerusalén no es negociable, la presión aumentará hacia un conflicto inevitable. Si Hamás no desata los cohetes antes, entonces Abbás finalmente regresará al método que conoce mejor – el terrorismo.
Esto provocará un contraataque israelí que, a su vez, motivará que los Estados árabes vengan a la defensa de los palestinos. Esto podría muy bien conducir a Siria a lanza un ataque masivo con misiles contra Tel Aviv con el fin de reclamar los Altos del Golán y desviar la atención de sus levantamientos civiles.
Si ese evento ominoso llegara a ocurrir, los israelíes se verán obligados a usar su arma final para sobrevivir. Ellos atacarán a Damasco con armas nucleares. Esto cumplirá las profecías que declaran que Damasco dejará de existir en los tiempos del fin (Isaías 12:1-3 y Jeremías 49:23-27).
Presos del pánico, los Estados árabes se volverán a su aliado natural por ayuda – los rusos. Y la posibilidad es que el gobierno ruso estará muy feliz de enviar un ejército al Medio Oriente para destruir a Israel (y apoderarse de los campos petrolíferos árabes en el proceso).
Es entonces cuando el Señor intervendrá personalmente para destruir a las hordas rusas en los montes de Israel de una forma sobrenatural para que aun los israelíes se den cuenta que su liberación provino del Señor y no de su propio poderío militar (Ezequiel 38 y 39).
A medida que el mundo entra en pánico al borde de la Tercera Guerra Mundial, un líder político dinámico y carismático de Europa dará un paso hacia el vacío y propondrá una solución ingeniosa que dará lugar a la paz entre Israel y sus vecinos árabes – una paz que permitirá a los judíos reconstruir su Templo.
Vivimos en una época emocionante cuando podemos ver la profecía siendo cumplida ante nuestros ojos. Los eventos son ominosos y abrumadores, pero podemos mantenernos firmes con gran esperanza porque sabemos que Dios está en Su trono y que Él está en control.
Los eventos que ahora presenciamos, apuntan al inminente regreso de Jesucristo y cuando Él regrese, el mundo será inundado con paz y justicia, e Israel disfrutará las bendiciones de la integridad territorial y la paz para siempre (Zacarías 8:1-8).
